viernes, 10 de julio de 2009

ALGO SOBRE MI MADRE 08

Mi madre, mi pobre madre.
Voy a verte, y en tu silla de ruedas, me sonríes, te alegras de verme.
Y te miro, y pienso...¿Que fue de esa sonrisa de dientes blancos, igualados.?
¿De esos labios bien perfilados, de amplia y franca sonrisa?
¿De ese pelo ensortijado, que te cortabas tu misma y peinabas con tanta gracia?
¿De ese cuerpo, que cuando tenía cinco años, yo miraba desnudo, a hurtadillas, con una admiración infinita?
Me parecía el de una diosa...
¿De esa voz tan entonada, que gustaba cantar por la casa?
¿Donde está tu eterno novio, al que adoraste y con quien viviste tantos años?
Te miro las manos, de piel tan fina, que se transparentasn las venas azuladas... Finas, suaves, como si jamás hubieras tocado nada.
Nunca fuiste una gran conversadora, pero ahora no hay conversación.
Es un monólogo, un repaso de todas tus dolencias, de las pastillas que te tomas, de las veces que NO vas al baño.
Te cuento mis cosas, pero no me atiendes...
Pero nos miramos, muy dentro de cada una, con la mirada sostenida y sonreímos.
Busco algo, que no encuentro dentro de tu mirada, mientras te aprieto la mano.
Tengo un nudo en el estómago. Me pasa siempre que voy a verte.
Miras el reloj y me dices ... ¿Ya me van a dar la merienda?
Te doy un beso en los labios, y me voy.
Lágrimas corren por mis mejillas.
Vuelvo la cabeza, y ya te llevan a merendar.....
Hasta otro día, mamá.