viernes, 10 de julio de 2009

ALGO SOBRE MI MADRE 06

Es difícil que una hija defina objetivamente a su madre, sin que se caiga en el sentimentalismo; pero yo lo intentaré. Rasgos serenos y dulces, manos cariñosas, dispuestas siempre a acariciar tiernamente mi cara, sin que sean necesarias las palabras para comprender lo que me quiere. Me dio la vida y de niña siempre me cuidaba cuando estaba enferma. En esos instantes sentía la imperiosa necesidad de ser mimada y disponer de su compañía. Adora el perfeccionismo y el orden, aunque por desgracia yo no lo he heredado, y es precisamente ahí donde chocamos, yo intentando tener mi libertad, ella obstinada en convencerme y llevarme a su terreno. Lo único que consiguió es que hiciera una buena caligrafía, para enseñarle a sus amistades la letra tan bonita que realizaba su hija. Como se decía antes, mi madre me tomaba la lección, y procuraba que no pronunciara una palabra antes que otra, sino exactamente lo que ponía en el texto, y si no lo hacía así, me reñía, y aunque yo le comentara: - Mama da igual- A ella no le entraba que no recitara las mismas palabras que se encontraban escritas en aquel libro.
En estos momentos no se encuentra en su mejor momento, soy yo tiene quien ha de cuidarla, y esto hace que me acuerde de todos eso buenos ratos que hemos pasado juntas, y el amor que existe entre las dos, perdura y perdurará por encima de todas las pesadumbres y sinsabores que nos deparará la vida.