LEJOS DE LISBOA (Lejos de Lisboa, como una canción portuguesa)
Lejos de Lisboa,
llegaste a la tierra con la misma sangre
que hicieron madurar los copos frutados;
cayeron sobre mi ombligo,
los mordí sin pensar,
con la inocencia abierta y los ojos cerrados.
Y al final, lejos de Lisboa
fuiste el animal que cosió mis alas
Y el refugio placentero donde tejí
el sueño más largo del mundo,
también, el más hermoso.
Y al final, lejos de Lisboa
Me enseñaste a montar en bicicleta
a comer tristezas como se miran amapolas
a vivir en las calles desgranando los refranes
a morir cada día sin miedo a lo que pudiera pasar.
Me hiciste caminar en el presente,
recordando los pasos abuelos,
sin tener un rumbo fijo,
Pero siempre mirando al mar,
Como se mira Lisboa.
Lejos, Lisboa.